miércoles, 22 de abril de 2015

Bocetos originales: primer conjunto.

En la entrada anterior, de hace dos años, mostré una primera imagen. En ella aparecen los seis primeros bocetos que hice para este proyecto.

Como se aprecia claramente en esa página escaneada, hay dos conjuntos de rayas claramente diferenciados. Voy a analizar y explicar un poco el primero de los conjuntos y así veis por dónde iban los tiros cuando empecé esta idea.



En esta composición aparecen cuatro grupos de rayas fácilmente distinguibles, distribuidos en una cuadrícula imaginaria.

Primer boceto: la primera de todas las pruebas. Me inspiré en una anécdota curiosa sobre el neoplasticismo, según la cual los artistas Theo Van Doesburg y Piet Mondrian rompieron su relación artística debido al peso que ganaron las líneas diagonales en la obra del primero, mientras que para Mondrian sólo valían las líneas horizontales y verticales (una búsqueda rápida de estos nombres en Google os mostrará obras suyas que reconoceréis fácilmente). Así pues, en vez de ser terco como Mondrian a la hora de definir mi código de dibujo, pensé en darme una cierta libertad. Decidí hacer esta primera prueba empleando líneas diagonales que se cruzasen ortogonalmente entre sí. Empecé con una composición sencilla, de ahí los grupos reducidos de líneas: primero dos en una dirección, luego tres formando la intersección ortogonal y, finalmente, un pequeño subgrupo de líneas individuales que se convierten en un objeto ubicado dentro de un marco.

Segundo boceto: justo después de dibujar las primeras líneas pensé en no limitar las rayas a composiciones abstractas, sino también a representaciones de síntesis abstractas para símbolos, figuras, etc. Esta composición es una abstracción mediante rayas ortogonales del símbolo universal para representar el género femenino, un círculo con una cruz orientada hacia abajo.

Tercer boceto: juego de líneas a partir de la idea original del primer boceto. Esta vez hago especial hincapié en jugar con los grosores de las líneas y las posibilidades de los grupos de líneas numerosas, hasta ahora inexplorados. Me gusta especialmente el extremo inferior derecho del dibujo: hay una tensión gráfica muy evidente entre las líneas gruesas, las líneas más finas de abajo y la pequeñísima raya con las tres muescas; tres elementos minúsculos pero que son las únicas líneas perpendiculares en ese sector del boceto (así se origina la tensión).

Cuarto boceto: juego de líneas a partir de la unión de las dos primeras ideas. Arriba hay una representación de una cruz latina, acompañada de dos grupos de líneas a los lados. El grupo izquierdo sigue probando las posibilidades de la configuración de "marco", mientras que en el grupo derecho se experimenta con la sensación de equilibrio: a lo largo de la base que forman las dos grandes líneas paralelas aparecen diseminados tres grupos menores de rayas. Para compensar su distribución irregular y asimétrica se añaden unas líneas paralelas más pequeñas que llenan el hueco grande que tienen encima.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Bocetos de rayas

Esta entrada llega con años de retraso.

No podía dormir y recordé, viendo mi escritorio de Blogger, que tenía material pendiente de mostrar en este blog que anuncié pero que quedó sin desarrollar.

El bloc que compré para el proyecto se convirtió en mi libreta para proyectos (una de las dos que uso); el rotulador se despuntó muy rápido para mi gusto.

Sin embargo, durante el tiempo directamente posterior al nacimiento de la idea rayada, hice muchos pequeños esbozos de qué tipo de composiciones iba a definir y pautar dentro del proyecto en cuestión.

Aquí os muestro algunos de esos bocetos. Tengo unas pocas hojas con series de croquis; las colgaré por fascículos y conjuntamente. Así genero algo de contenido hasta que decida si sigo o no con esta idea (que me sigue gustando mucho aunque esté tan aparcada).


jueves, 17 de febrero de 2011

Reestructurando el cuaderno

El proyecto de las rayas sigue en marcha. Sin embargo, me he percatado de una cosa a la que al principio no le di importancia, pero que ahora se me antoja como un punto crucial que debo resolver lo antes posible.

Empecé a trabajar en el Moleskine que compré con el rotulador-pincel, pero el papel es demasiado fino y se transparenta. No es nada bestial, como si utilizase un permanente Edding o algo por el estilo... pero antes no me importaba y ahora no me gusta. En mi opinión, afea un poco el resultado final y lo enturbia.

Por eso voy a reestructurar el cuaderno para desarrollarlo íntegramente a lápiz. Cuando lo rellene y necesite comprar uno nuevo, me aseguraré de que las hojas sean de papel más grueso para evitar este problema y poder usar el rotulador guay.

Y, ya que estoy, aprovecharé para escanear alguna de las páginas. Al menos para hacer una comparativa entre fase preliminar y fase "post-transparencias".

viernes, 29 de octubre de 2010

12,70€

Hoy, por fin, he adquirido el material necesario para formalizar mi proyecto.

He invertido 12,70€ en comprar un cuaderno y un rotulador negro. El cuaderno es un Moleskine de 13x21, con 120 hojas a rayas de papel crema de 80 gramos (24 de ellas troqueladas para poder ser arrancadas con facilidad). La tapa es negra y dura, tiene una goma elástica para el cierre y un sencillo bolsillo interior. El rotulador es un PITT artist pen de Faber-Castell, color negro (Black 199***), con punta B (brush).



Después de unas semanas haciendo bocetos de forma esporádica en varios folios, ahora tengo por fin todo lo que necesito para empezar con los primeros pasos serios de este proyecto.

Lo primero va a ser documentarme sobre ciertos aspectos formales en lo que respecta a manifiestos artísticos. Quiero saber exactamente cómo se establecen, si quiero establecer uno (o al menos algún tipo de precepto o decálogo) para basar mis ilustraciones y qué contendrá. Tengo claro que, aunque inicialmente voy a dibujar rayas, tramas y retículas (porque es lo que estoy experimentando), no quiero dedicarme sólo a eso; de hacerlo, acabaría siendo algo monótono, aburrido, repetitivo... incluso puede que llegase un momento próximo en el que ya no supiera cómo seguir manteniendo mi idea inicial de fundamentar cada trazado, que dejara de dibujar rayas "pensadas" e hiciera garabatos porque sí. [Admito que, hasta ahora, los bocetos han tenido una componente significativa de "garabatos"... pero, por lo general, incluso en estos ensayos he ido pensando sobre la marcha un mínimo de concepto; elegir cómo empezar cada diseño, dejar la mano ir para ver qué salía y luego pensar cómo seguir...]

Además no quiero condicionarme; ¿os suena una corriente llamada "neoplasticismo"? Sus creadores (Piet Mondrian y Theo van Doesburg) tuvieron grandes encontronazos porque su manifiesto artístico desechaba las líneas diagonales... y aquello acabó con su unidad. Paso de ser mi propio Piet Mondrian, de decirme que "no puedo hacer esto u otro". Me parece bien establecerme unas pautas, pero no unas prohibiciones. Y eso es lo que quiero investigar ahora.

Por supuesto, todavía es pronto para tener algo definitivo. El cuaderno Moleskine recién adquirido servirá para recopilar las pautas ("manifiesto") de mis dibujos y, después, para incluir el diseño y abocetado de mis composiciones. Aún es pronto para hablar de cosas definitivas, pues apenas he empezado la fase de "estudio"; ya llegará la hora de probar las primeras cosas en papel de alto gramaje...